¿Qué sería de una partida ambientada en la Dragonlance sin la hilarante presencia de un adorable kender? Probablemente una partida más tranquila y menos caótica. Tarly Babyface, un kender a prueba de tópicos: curioso, inquieto, exacerbante, ruidoso, inoportuno, cleptómano empedernido, pero a la vez inocente, bondadoso y… y a quién voy a engañar: era un cabroncete de cuidado. Fue proclamado “la némesis de Roy”, y su supervivencia a lo largo de la partida siempre ha sido un gran misterio.